Los resultados de Galp en los primeros nueve meses del año se han mantenido estables en comparación con el mismo período de 2018. Con una mayor producción de petróleo y gas natural, así como actividades de comercio de gas y electricidad que han compensado los efectos de un contexto macro desafiante y el impacto de las restricciones operativas en el sistema de refino de Galp.
Los resultados, ajustados antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (Ebitda RCA), a finales de septiembre alcanzaron los 1.73 mil millones de euros, 3 millones de euros más que en el mismo período del año pasado. Más del 85% del Ebitda se originó en los mercados internacionales.
El Ebitda de Exploración y Producción (E&P) aumentó 151 millones de euros, respaldado por un crecimiento del 11% en la producción de petróleo y gas, a lo que han contribuido positivamente las operaciones en Brasil y Angola, compensando la caída del 10% en la cotización media del Brent, pero aún amortiguado por la apreciación del dólar frente al euro.
La producción se ha beneficiado del ramp-up de las unidades más recientes que entraron en funcionamiento en Campo Lula (Brasil), así como de la unidad asignada al proyecto Kaombo Sur, bloque 32, en Angola. Además, antes de final de año, está programada una unidad de producción adicional para comenzar a operar en Brasil, la primera en el campo Iara, que está prevista que empiece a producir antes de fin de año.
El área de E&P ha contribuido a equilibrar los resultados operativos de Galp, en un momento en el que el sistema de refino funcionaba con ciertas limitaciones – especialmente en el último trimestre –, gracias a la implantación de proyectos de eficiencia energética y trabajos de mantenimiento programados. La bajada en los márgenes de refino, de 5.1$ a 3$ por barril, también ha contribuido a que los resultados operativos de refino y distribución hayan disminuido a 317 millones de euros en los primeros nueve meses del año.
El sistema de refino de Galp se encuentra completamente operativo y listo para hacer frente a los futuros desafíos, incluyendo la disponibilidad de combustible con bajo contenido de azufre para navegación de acuerdo con los nuevos requisitos de la Organización Marítima Internacional.
La contribución de Gas & Power (G&P) a los resultados operativos ha sido positiva, y el Ebitda del área – a finales del tercer trimestre – aumentó a 141 millones de euros, un 27% más que en el mismo período del año pasado, lo que refleja una mejora de la actividad en el mercado ibérico.
Indicadores financieros
El resultado líquido ajustado (RCA) para los primeros nueve meses de 2019 ha sido de 403 millones de euros, lo que supone una disminución del 33% en comparación con el mismo período de 2018. Las operaciones no recurrentes de 128 millones de euros incluyen el impacto de los recientes procesos de unificación en Brasil. Así, los resultado líquidos a IFRS han sido de 283 millones de euros.
La inversión acumulada, a finales de septiembre, ha disminuido marginalmente a 573 millones de euros en comparación con el mismo período de 2018, con un 73% de esta cantidad asignada a proyectos de exploración y producción. La inversión en downstream se ha centrado principalmente en mejorar la eficiencia energética de las refinerías, así como en trabajos de mantenimiento.
La deuda neta, a 30 de septiembre de 2019, se situó en 1.645 millones de euros, lo que supone una disminución de 92 millones de euros respecto al cierre de 2018, lo que refleja la generación positiva de flujos de caja de la compañía en los primeros nueve meses del año. El ratio deuda neta sobre Ebitda RCA es de 0.8x.
Estrategia: 400 millones de euros anuales para transición energética
Galp también ha presentado una actualización de su estrategia de inversión para los próximos años, reforzando aquellos proyectos que promueven la transición a un modelo energético con bajo consumo de carbono.
En términos concretos, se espera que la inversión media anual neta hasta 2022 sea entre 1.000 millones de euros y 1.200 millones de euros, de los cuales, más del 40% se dedicarán a generar oportunidades relacionadas con la transición energética. Incluye el aumento del peso del gas natural en el mix de producción, así como el desarrollo de un negocio competitivo de generación de electricidad a partir de fuentes renovables.
"Estamos preparando a Galp para su próximo ciclo de crecimiento en el que contribuiremos de manera muy activa a la transición energética", señala Carlos Gomes da Silva, CEO de Galp. "Promoveremos soluciones sostenibles, desde el punto de vista económico y medioambiental, manteniendo nuestro compromiso con una acción socialmente responsable que no deje de asegurar el crecimiento a largo plazo de la empresa, su disciplina financiera y el retorno de los accionistas", añade.
La inversión media en energías renovables y nuevos modelos de negocio deberá representar entre el 10% y el 15% de la asignación total de capital.
Las inversiones en el upstream de la compañía siguen centradas en el desarrollo de proyectos de alto potencial, con un breakeven medio de la cartera manteniéndose alrededor de 25$ por barril. El compromiso de la compañía incluye el desarrollo de proyectos actuales, así como proyectos que puedan surgir y que supongan un crecimiento adicional para los próximos años.
En el downstream, Galp pretende optimizar y fortalecer su base de activos en el refino y comercialización, así como explotar selectivamente nuevas oportunidades de valor añadido que permitan aumentar la competitividad de su cartera.
La compañía trabaja para continuar apoyando su actividad en una posición financiera sólida, y que todas las acciones de asignación de capital estén en línea con el compromiso de mantener un ratio de la deuda neta sobre Ebitda por debajo de 2x. Además, apuntan a un ROACE del 15% en la próxima década.
Política progresiva de dividendos
Teniendo en cuenta el ciclo de inversión actual de la compañía, Galp apunta a un aumento anual del dividendo por acción del 10% durante los próximos tres años (2019-21). Este aumento reitera la confianza de Galp en su plan financiero y el compromiso de equilibrar las inversiones de alta calidad centradas en la creación de valor a largo plazo con el crecimiento de la distribución de accionistas.